El cambio climático supone un riesgo para la sostenibilidad de la gestión del viñedo a escala mundial y, en particular, en Europa. Cultivos típicos del sur como los albaricoques y las nectarinas están comenzando a aparecer en las regiones del norte, mientras que en el Mediterráneo el clima tropical golpea a viñedos y olivares, señala un informe reproducido por la revista estadounidense Olive Oil Times.
La vid no deja de extenderse por países como Dinamarca y Suecia. En el Reino Unido, la industria vitivinícola del país ha cuadruplicado su producción durante los últimos 20 años aprovechando un clima más suave pese al riesgo de sufrir fenómenos climáticos extremos con mayor frecuencia. En España, sin embargo, los científicos se centran más en adaptar las variedades existentes a los cambios climáticos que en introducir nuevos tipos de cultivos.
“Ya existe la posibilidad de adaptar la variedad sin cambiar el cultivo [principal] a corto o medio plazo”, asegura Margarita Ruiz-Ramos, profesora asociada de la Universidad Politécnica de Madrid. “Es un compromiso entre diferentes necesidades. Y por eso no está claro que la solución sea sustituirlos por cultivos tropicales”, añade.
Más información: https://www.oliveoiltimes.com