Dehesa Valquejigoso 2013, clase, potencia y frescor 

Un interesante desafío contra uno mismo, una experiencia apasionante, una lección de humildad y una oportunidad de aprender. Todo eso puede formar parte de una cata. Su trascendencia suele ser mayor cuando se tiene el privilegio de participar, o al menos opinar, sobre un coupage. La suma armónica de parcelas, variedades, tipos de crianza y en ocasiones cosechas que definirán o mantendrán el estilo de un vino. 

Componer una nueva añada (2017) de Dehesa Valquejigoso permitió probar sus componentes por separado al acercarse el final de su estancia en madera. Como resumen de las decenas de parcelas y unos cuantos vidueños, dos frentes previamente definidos: por un lado tempranillo y syrah, con la aportación minoritaria de otras variedades, y por otro cabernet sauvignon y cabernet franc. 

Las posibles combinaciones se van comparando con un vino que sirve de testigo de la línea seguida por la casa. En esta ocasión, Dehesa Valquejigoso 2013, del que pronto se agotarán las existencias. La conclusión, en ambos casos, que por el suelo, la orientación, los vidueños o todo a la vez, la suma de cabernet sauvignon y cabernet franc revive al conjunto. Y le transmite -incorporada sin timidez- potencia y frescor. Generoso regalo que termina de elevarlo a la categoría de vino de guarda con todo lo que ello implica: no poca clase y larga vida. 

I. P. L. 

Bodega: Dehesa Valquejigoso
Web: https://valquejigoso.com
Zona: Villamanta (Madrid)  
Variedades: 33% cabernet sauvignon, 28% tempranillo, 14 % negral, 10% syrah , 8% cabernet franc y 7 % merlot.
Alcohol: 14,25%
PVP:  22,70 euros