Alma Carraovejas, la compañía vitivinícola nacida en la Ribera del Duero, aterriza en Rioja con la colaboración de la familia Eguíluz de San Vicente de la Sonsierra. Los viticultores riojanos le suministrarán durante los próximos diez años unos 80.000 kilos de uva para un proyecto con el que pretende comercializar unas 70.000 botellas de gama alta, informa Lo Mejor del Vino de Rioja.
El grupo cierra además estos días la adquisición de una bodega en Rioja Alavesa donde elaborará ya la cosecha de 2020. Las primeras botellas con su marca tardarán entre dos y tres años en llegar al mercado, avanza ese periódico. Alma Carraovejas cuenta con dos bodegas y un restaurante en Ribera del Duero, dos en Ribeiro y una en Rueda.
Foto: Bodega Pago de Carraovejas
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