Jesús Barquín: “El vino está ligado a la propia idea de la civilización”

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Eduardo Ojeda y Jesús Barquín crearon el Equipo Navazos en el otoño de 2005. Eduardo, con casi treinta años de experiencia como enólogo en el Marco de Jerez, estaba considerado uno de los mejores técnicos. Jesús llevaba publicados docenas de artículos sobre vinos tradicionales andaluces en diferentes idiomas y en medios de varios continentes.

“Habíamos visitado una pequeña bodega almacenista de Sanlúcar de Barrameda donde había un excelente amontillado que permanecía sin tocar desde casi veinte años antes -recuerda ahora Jesús Barquín- y se me ocurrió que sería buena idea seleccionar una bota y embotellarla para nosotros mismos y para compartirla con un grupo de amigos apasionados de los vinos tradicionales andaluces. Tanto el dueño de la bodega como estos amigos enólogos, periodistas del vino, importadores, distribuidores, aficionados, recibieron positivamente la idea y de ahí surgió La Bota de Amontillado 1 “Navazos”, que luego fue seguida de La Bota de Fino 2 “Macharnudo Alto”, La Bota de PX 3 “De Rojas”, etcétera”.

– ¿Cuántas veces le han preguntado qué hace un catedrático de Derecho Penal y Criminología en el mundo del vino?

– Algunas, pero no tiene ningún misterio: lo mismo que cualquier otra persona fascinada por la inabarcable variedad de matices, sobre todo culturales, que tiene el mundo del vino. Mi posición, en cualquier caso, no deja de ser la de un aficionado que dedica a viajar, catar y escribir sobre vinos la mayor parte del tiempo libre que mi profesión me permite.

– Acaba de aparecer en español “Jerez, manzanilla y Montilla. Vinos tradicionales de Andalucía”. ¿Cómo es posible que la edición en nuestro idioma se haya publicado siete años más tarde que la inglesa?

– Ha sido un “parto” largo y la culpa de la demora es sobre todo mía, porque hasta el pasado verano no he podido disponer del tiempo que necesitaba para una revisión y actualización a fondo. Después de esto, de las aportaciones de Álvaro Girón y de Ernesto Suárez Toste y de la fotografía de Estanis Núñez, más el prólogo de Josep Roca, ha quedado un libro casi por completo nuevo. Estamos entusiasmados con el resultado, con unos textos renovados y ampliados, y unas imágenes magníficas.

– ¿Qué dice el libro sobre la Sherry Revolution?

– Citaré unas palabras del apéndice final escrito por Ernesto sobre novedades en la tierra de los vinos tradicionales: «Una Sherry Revolution como Dios manda debería contemplar una serie de cambios estructurales (…), mientras que lo que está ocurriendo aquí es más bien un descubrimiento de estos vinos por parte de un segmento demográfico que hace una década no distinguía el vino de manzanilla de la infusión homónima…» Sigue mucho más, claro, y el lector lo podrá descubrir leyendo el libro…

El Equipo Navazos es conocido por comprar las mejores botas de algunas bodegas y distribuir su contenido entre aficionados de todo el mundo. ¿Cómo consiguen que se las vendan? ¿Por qué no lo hacen directamente esas bodegas?

– Si me permite, con todo respeto he de indicarle que en su pregunta hay varias suposiciones que no son del todo correctas. En realidad, la mayor parte de los vinos de Equipo Navazos son hechos directamente por nosotros (léase sobre todo por Eduardo Ojeda y su equipo en el Grupo Estévez, aunque también en intensa colaboración con otros vinateros y enólogos como son los de Fernando de Castilla, Pérez Barquero, Colet, etc.). La idea de que lo que hacemos es sencillamente llegar y escoger una bota o varias que ya están listas se debe de haber popularizado porque así es como todo empezó, pero desde hace muchos años esto solo pasa muy ocasionalmente. De hecho, ya en 2008 sacamos Navazos Niepoort, el pionero de los vinos blancos de una sola viña sin fortificar y criados bajo velo que no solo estaba hecho al 100% por Equipo Navazos, sino que la misma categoría en sí fue difundida nacional e internacionalmente por nosotros por primera vez.

– ¿Cuál es el motivo de que el jerez tenga cada vez más admiradores y menos consumidores?

– En efecto, el sector tiene un problema grave de disminución de las ventas en los principales mercados internacionales, pero al mismo tiempo se observa que los tipos de vinos más afectados son las mezclas tipo medium o cream, mientras que los jereces auténticos y de mayor calidad tienden a mejorar. Posiblemente los primeros sean más propios de consumidores a secas que disminuyen, y los segundos de admiradores (que también consumen) que aumentan. Pero desde luego el cuadro completo es mucho más complejo. En el libro dedicamos mucho esfuerzo a intentar aclarar todo esto, sin perderle la cara a un presente complicado, pero con confianza en un futuro que deseamos brillante.

– Iniciarse en el jerez es difícil pero la culpa no puede ser del consumidor…

– Como tantas cosas sublimes de este mundo, algunos de los mejores vinos de los marcos de Jerez y Montilla suelen exigir una cierta adaptación y familiarizarse con ellos antes de sacarles todo lo que ofrecen. A mi juicio, tanto los consejos reguladores como las bodegas llevan muchos años haciendo un gran esfuerzo de divulgación. Además, los precios de muchos vinos no son disuasorios. Una sugerencia de un kit de iniciación asequible podría ser: vino blanco bajo velo La Bota de Florpower, manzanilla La Guita, fino Gran Barquero, amontillado Tío Diego, oloroso Gobernador, palo cortado Antique y pedro Ximénez El Candado. Por una cantidad muy moderada se puede acceder a una selección de vinazos que permiten un recorrido completo por los mejores vinos tradicionales de Andalucía. Quien quiera acercarse a este mundo no lo tiene especialmente difícil.

¿Cómo se escribirá el futuro de los vinos tradicionales de Andalucía?

– No estoy seguro de quién fue quien dijo una gran verdad, que los profetas suelen decir muchas estupideces, así que esperemos mejor a ver qué sucede y ya si eso luego nos dedicaremos a explicarlo… Bromas aparte, soy fundamentalmente optimista en cuanto a lo que está por venir.

Por lo que se refiere a escribir en sentido literal, tengo la sensación de que es improbable que en muchos años vuelva a aparecer un libro con la solidez y agrado de lectura de nuestro “Jerez, manzanilla y Montilla”. No es fácil que se vuelva a reunir un equipo de tanta calidad, experiencia y rigor como el que forman Álvaro, Ernesto, Peter, Estanis (no me incluyo) y con el soporte técnico de Eduardo. Además, el libro es precioso, está magníficamente editado y a un coste superrazonable. Una gran compra para leer y para regalar.

– ¿Qué le atrajo y que le atrae del vino: la ciencia, el arte o la magia?

– En primer lugar, disfrutarlo con moderación y sin complicaciones como parte de la dieta cotidiana, desde los vinos más sencillos a los más complejos. A partir de ahí, como afición que le lleva a uno a visitar regiones y patear viñedos y bodegas, la idea central sería el arte, en el sentido de que el vino es un sofisticado artefacto humano íntimamente ligado a la propia idea de civilización tal y como la entendemos nosotros. Ha conformado paisajes y ciudades, es protagonista de obras literarias y artísticas, está en el centro de desarrollos científicos como la ampelografía, por supuesto, pero también la microbiología que tantas vidas ha contribuido a salvar en los dos últimos siglos. Sin el vino no se comprendería la historia de Occidente, ni siquiera nuestra prehistoria a partir de finales del Neolítico.

María Jesús Alonso/Fotos: Estanis Núñez