Termina la vendimia en el Marco de Jerez con una significativa caída de la producción y una calidad excepcional. Las condiciones meteorológicas de la campaña solo han permitido una cosecha 57,3 millones de kilos, casi un 30% menos que en 2018.
El año ha dejado escasas precipitaciones, con apenas 400 litros por metro cuadrado –muy lejos de los más de 600 de promedio- y desigualmente repartidas. La lluvia se ha concentrado en el otoño y a principios del invierno, mientras que la primavera ha sido extremadamente seca.
La uva, en general, ha entrado en los lagares con un nivel de sanidad elevado y unas graduaciones considerables. La media de la campaña ha sido de 12,13º Baumé y el nivel de acidez, más alto de lo habitual. Todo ello, unido a un verano suave que ha propiciado una maduración lenta, ha permitido obtener mostos de muy alta calidad.