Alquézar Rosado, una lección de diseño

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Es como una demostración de las leyes del diseño; de la forma más adecuada de conquistar al gusto y también al olfato y a la vista. Su color, un llamativo y hasta descarado rosa, parece nacido para incitar. Sus aromas, para seguir seduciendo, una carga explosiva que incluye tenues notas a hierbas, algunas flores y casi todas las frutas (grosellas, frambuesas, arándanos y otras). Y el sabor, para terminar de atrapar, franco, directo, fácil y hasta equilibrado para quienes amen un dulzor que no podría calificarse de sutil.

La ayuda de sus sensaciones burbujeantes, el intenso frescor y los recuerdos a gominola y sirope de fresa lo convierten en un trago informal, divertido y sobre todo rico, rico que diría un clásico. También en una tentación, dentro de los límites de la prudencia, capaz de crear una moda o hasta un movimiento.  

Utiliza la nobleza de dos variedades, tempranillo y cabernet sauvignon, vendimiadas mucho antes de que su madurez obligue a destinarlas a tintos. A partir de ese enorme acierto se reviste de todo lo necesario para alcanzar sus objetivos. Es posible que no sea un vino para especialistas, guías y clasificaciones pero Alquézar Rosado 2018 es una elaboración para todos los públicos capaz de crear afición, extender el consumo entre los más jóvenes y poner a su disposición una botella con excelente relación calidad precio. Una suma de cualidades que lo convertirá, si no lo es ya, en un gran éxito comercial. Es decir, en un gran éxito sin más.

Bodega: Pirineos
Web: https://barbadillo.com/empresas/pirineos
DO:  Somontano
Variedades: tempranillo  y cabernet sauvignon
Alcohol: 13 %
PVP: 4,95 euros