Millones de litros de vino italiano con denominación de origen se convertirán en desinfectante ante la caída de demanda por el coronavirus y la necesidad de dejar espacio a la nueva cosecha. Más de 500.000 hectolitros (en torno a 70 millones de botellas) están viajando hacia las destilerías donde se utilizarán para fabricar gel hidroalcohólico. Cincuenta millones de euros en ayudas estatales y regionales permitirán realizar esta transformación, informa el corresponsal del ABC en Roma, Ángel Gómez Fuentes, que cita al diario La Repubblica.
“Con este doloroso harakiri, se espera dar cabida a la vendimia 2020, en cuyo horizonte ha surgido otro grave problema: las restricciones en las fronteras por el coronavirus puede impedir, en gran parte, la llegada de los 180.000 trabajadores temporeros rumanos y búlgaros que se esperan en esta época. Una mano de obra que representa el 20 % de la fuerza laboral en el campo italiano”, señala la crónica del ABC.
Foto: Johny Goerend (Unsplash)