Las Fincas Rosado, un delicado espíritu

Es el vino más gastronómico que existe. Se lo debe, entre otros, a sus promotores: la colaboración, a partir de una vieja amistad, entre el bodeguero Julián Chivite y el cocinero Juan Mari Arzak. Por si este último apellido no fuera suficiente, Las Fincas Rosado 2018 afina, edición tras edición, su estilo para ser una atracción en las mesas.

Su color rosa parece que supera la palidez que siempre le caracteriza y avanza un pequeño paso más en la escasa diferencia que le separa de un blanco de uvas tintas. La medida extracción para obtener la fracción de mayor calidad del mosto y el mínimo contacto con las pieles de las uvas, combinados con la crianza sobre lías para ofrecer una mayor redondez, sostienen y dan forma a su delicado espíritu.

A consecuencia de todo ello, muestra con descaro afilada acidez, cierta alegría y estilizada silueta acompasadas por el carácter y la nobleza de garnacha y tempranillo. Un equilibrio entre belleza y tensión avivado por leves recuerdos florales y la sucesión de un amplia gama de frutas de todo tipo. Solo falta, para acompañarlo adecuadamente, un plato nacido o inspirado en el Alto Miracruz.

Bodega: Chivite Family Estates
Web: http://chivite.com/es/
Zona: IGP Vino de la Tierra 3 Riberas
Variedades: 60% garnacha y 40% tempranillo
PVP: 10,95 euros