Tras alcanzar su máximo histórico en 2017 con 751 millones de litros, China importó poco más de 430 millones, un 43 % menos, en 2020. Los efectos de la pandemia no han hecho sino acentuar la crisis de las importaciones en este mercado asiático, que cerraron el pasado año con un descenso que rozó el 30 % respecto a 2019.
Todas las categorías de vinos registraron fortísimas caídas en un mercado en el que el vino envasado no espumoso representó más del 70 % del volumen y del 90 % del valor total. Granel y bag-in-box bajaron de precio en torno al 15 %, con fuerte subida en envasados y espumosos, según el Observatorio Español de Mercados del Vino.
Los quince principales proveedores registraron notables pérdidas salvo Argentina, cuyo volumen exportado a China se triplicó gracias a las ventas de un granel muy barato. Sin embargo, en la categoría de vinos envasados, motor de las importaciones chinas, los quince primeros proveedores registraron fuertes pérdidas. El vino español pierde cuota, aunque permanece como el cuarto más importado.
Foto: Li Yang (Unsplash)