Muestra sobre su renovado y elegante vestido un contenido edificado a base de referencias ancestrales. Cepas formadas en vaso, viñedos centenarios y suelos pobres de un lugar tan privilegiado como La Aguilera (Burgos). Con elementos de ese nivel es posible que un tinto de la Ribera del Duero alcance su máxima expresión. Esa que permite hablar de fruta negra y, sobre todo, profundidad, concentración y carácter.
Así es Finca Helena 2015, la más cuidada realización de Abadía de San Quirce. Un vino maduro, como corresponde a su cosecha, combinado con un claro frescor balsámico y suficiente acidez. Le acompañan también recuerdos a piel de uva y regaliz realzados por notas a brea, cacao y chocolate procedentes de la impronta no excesiva de maderas finas.
Este hijo de su tierra y de su añada guarda el anuncio de una larga vida que verá evolucionar la combinación de especias, sensaciones cremosas y apuntes tostados que le ayudan a construir un largo, complejo y persistente final. Y a dejar tras su paso esa impresión tan pocas veces conseguida de que una exquisita suavidad envuelve a su expresiva fuerza.
Bodega: Abadía de San Quirce
Web: https://www.abadiadesanquirce.com
DO: Ribera del Duero
Variedad: tinta fina
Alcohol: 14,5 %
PVP: 58,15 euros
