Florencia reabre las ventanas del vino

Italia ha seguido un recorrido que conocemos demasiado bien. Llega la pandemia, poco después el confinamiento y unos meses más tarde comienza una apertura gradual. En ese momento los miembros de una asociación cultural vuelven a poner en funcionamiento el motivo que les une: las ventanas del vino. Recuperan así una tradición detenida en el tiempo durante cientos de años.

A mediados del siglo XIV, nos recuerdan los historiadores florentinos, la ciudad sufre los estragos causados por la peste negra. Solo un 20 % de la población sobrevive. En 1634, época hasta la que llegan nuevos brotes, el estudioso Francesco Rondinelli escribe un tratado sobre el contagio de enfermedades y explica el uso que se da a las numerosas vitrinas o ventanas (sportello en italiano) que hay en la ciudad.

Cuatrocientos años después de publicarse ese referencia, la más antigua de las encontradas, esos huecos vuelven a tener uso. El mismo para el que fueron creados: permitir la venta segura de vino sin que cliente y vendedor mantengan contacto.
Foto: Associazione Buchette del Vino