Antonio Flores: “Lo que estoy catando este año es espectacular”

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“Vino y pasión”. Son las primeras palabras de su breve presentación en una de esas redes sociales por las que navega con avezada soltura. Las últimas, “Natural de @BodegasTíoPepe”. La frase, en contra de lo que pudiera parecer, no es producto de su imaginación. Llegó al mundo en una bodega y, como él dice, no en cualquiera. “Nací -aclara- en González Byass y viví, durante 19 años, rodeado de arrumbadores, toneleros y capataces. En mi casa todo giraba en torno al vino y el olor a fino, amontillado y oloroso se colaba por las ventanas y lo inundaba todo. Poco a poco ese mundo lo vas absorbiendo lentamente como si fueras una esponja. Después, la formación académica y, sobre todo, trabajar al lado de mi padre y de Mauricio González-Gordon durante más de 10 años, hicieron el resto”.

– ¿Cómo será la saca de primavera? ¿Un buen año, si puede decirse así, para la crianza biológica?

–  Será un gran año. Ya he empezado la clasificación de las mejores botas de las soleras de Tío Pepe y lo que estoy catando es espectacular. Hemos tenido un invierno prácticamente primaveral y las temperaturas suaves han favorecido la actividad de nuestras levaduras, el velo de flor tiene más de un dedo de grosor en nuestras soleras y el segundo terruño del Jerez, que es la bodega, va a complementar y potenciar las sensaciones sápidas y calizas de nuestra albariza para conseguir un Tío Pepe en Rama único e inimitable. 

–  Tío Pepe en Rama, Colección Finos Palmas, Vinos Finitos,  Palo Cortado de “Ida y Vuelta”… Está claro que en el mundo del jerez no estaba todo dicho. 

–  Jerez ha tenido un pasado en el mundo de la vitivinicultura difícil de igualar, sería una pena desaprovecharlo. No hay futuro para quien no cree firmemente en su pasado y, así, poder corregir los errores y replicar los aciertos

–  ¿Qué queda por decir?

–  ¡¡Muchísimo!! Desde la viña a la bodega, recuperando variedades históricas y vinos sin encabezar. Pero atención, no todo lo nuevo es necesariamente bueno. Cuando alguien te dice que un vino es “interesante”, lo que está diciendo es que le falta calidad para que sea excelente. Y, realmente, en el camino de la innovación se elaboran muchos vinos “interesantes” y pocos excelentes. Un gran vino debe hacerte desear una segunda copa ¡Ahí está el éxito!  

–  ¿Qué vino le falta por hacer o qué proyecto le ronda por la cabeza?

–  Mi cabeza siempre está llena de ideas y vinos. Unas cristalizan y otras no. Pero siempre procuro interpretar el estilo de González Byass en unos vinos honestos, emocionantes y que buscan la perfección.

–  Al jerez se le mira con admiración en buena parte del mundo y tanto los especialistas como la crítica le rinden tributo. ¿Y el consumidor?

–  El vino de Jerez, como me gusta decir, no es fácil, pero merece la pena. El consumidor escucha hablar de nuestros vinos, pero no es sencillo para él encontrarlos y saber cómo y cuándo consumirlos. Esa es nuestra responsabilidad, formar al consumidor y al profesional que los va a ofrecer, para que esa dualidad produzca la demanda. Es un camino lento en el que llevamos tiempo trabajando y, si lo hacemos bien, dará resultados.

–  ¿Qué habría que hacer para llegar al gran público; para que ver a alguien pidiendo un fino de aperitivo en cualquier ciudad o pueblo de España sea algo habitual? 

–  Gran parte de la recuperación del prestigio de los vinos de Jerez ha llegado de la mano de la gastronomía. Estamos haciendo un gran esfuerzo en mostrar cómo el vino de Jerez es un perfecto acompañante en la mesa. Además, en coctelería, los mejores bartenders del mundo lo están utilizando por su versatilidad y capacidad de potenciar sus creaciones. Y si a todo eso añadimos una relación calidad-precio imbatible, tenemos los mimbres para, poco a poco, ir popularizándolo.

–  ¿Qué siente al saber que hay una persona que lleva tiempo preparándose para sustituirle algún día? 

–  Orgullo y responsabilidad. Transmitir tus conocimientos es una manera de perpetuar el legado de González Byass a la siguiente generación. Cuando enseñas, legas tus conocimientos pero, si además lo haces con tu hija, es como el sistema de criaderas, vino nuevo, sangre nueva para alimentar las soleras. Silvia es la tercera generación de mi familia trabajando para la bodega.