No es una suspensión más de las muchas que se suceden estos días en el mundo del vino. La semana de los Primeurs, las catas que permiten analizar a un puñado de expertos la calidad de la última cosecha de Burdeos, han sido también aplazadas. La cita, que debía celebrarse del 30 de marzo al 2 de abril, estaba previsto que reuniera más de 5.000 visitantes entre negociantes, importadores y periodistas especializados.
Todos ellos, como cada año, dispuestos a catar los vinos de los 200 châteaux que utilizan este sistema para vender en unos pocos meses toda su producción. Y también, a presentarse en algunos de los numerosos actos convocados en las mismas fechas. Ferias y degustaciones que permiten mostrar las elaboraciones de los denominaciones menos conocidas o de los partidarios de los vinos ecológicos, biológicos o de cualquier otro tipo.
La Unión de los Grandes Crus de Burdeos ha señalado en un comunicado que sus equipos trabajan a la búsqueda de soluciones. Y que, cuando se produzca una evolución positiva del contexto (léase coronavirus), se anunciará oportunamente. El mito, entonces, volverá a la vida.
Foto: Kurt Cotoaga (Unsplash)