Mi nuevo restaurante favorito

Hace ya mucho tiempo que me impresionó la señorial calidad, sobre todo en el plato, de Juan Mari. Y tardé poco en entender que Elena era mucho más que una continuidad. El buen hacer de siempre renovado al paso de la más cambiante, en estos momentos, de las artes: la cocina. Todo ello, con la misma perfección técnica  e idéntica fuente de inspiración: una tradición que hunde sus raíces en la cocina vasca y en los ingredientes más próximos.

Después vendría Ferran y su inimitable puesta en escena capaz de convertir una comida en una experiencia irrepetible y en un gran espectáculo. Y de nuevo, también él, con la verdad sobre el plato. Fue así hasta hace ocho años. Un cierre anunciado, dos temporadas antes, en Madrid Fusión. Ahora, una década después,  revelará en el mismo lugar que vuelve pero poco. Que abre pero como centro de investigación; como poder pensante de una ciencia, la gastronomía, que ya ha comenzado a recopilar en las páginas de una enciclopedia. Y tal vez, excepcionalmente y para algunos comensales, de nuevo mesas y platos.

Mientras exista esa posibilidad Arzak y El Bulli seguirán siendo dos de mis tres restaurantes favoritos. El nuevo, que cuenta con  mi admiración desde que se empezó a hablar de él, se llama Mercado Little Spain y todavía no ha abierto sus puertas. Lo hará, algún día de la próxima primavera, en una de las zonas más atractivas (para las inversiones) de Nueva York. Un buen comienzo, seguido de un sugerente nombre que hace honor a las calles de la gran manzana que aglutinaron a los inmigrantes españoles.

Como si fueran los herederos de La hijas del Capitán, la simpática novela de María Dueñas, José Andrés, Ferran y su hermano Albert, impregnarán ese barrio de aromas a guiso español. Y ayudarán a extender, con un establecimiento que lleva en su nombre la palabra mercado, la presencia del aceite de oliva, del mejor jamón, de algunos de los más destacados quesos y de nuestros grandes vinos. Una muy seria oportunidad de que la cocina más creativa del mundo comience por allí a conquistar las Américas. Y apruebe una asignatura pendiente que siempre ha favorecido la circulación de los productos de otros países y otras cocinas. Sobrados argumentos para ser el local favorito de cualquier español.

María Jesús Alonso